ABI-Agencia Boliviana de Información

17 de diciembre de 2010

18 de diciembre de 2010 - DIA INTERNACIONAL DEL MIGRANTE

GINEBRA – 18 de diciembre de 2010 - DIA INTERNACIONAL DEL MIGRANTE [14/12/2010]
Al conmemorar el Día Internacional del Migrante, la OIM señala que hay que reconocer los beneficios que trae consigo la migración y dar a conocer esa visión

GINEBRA – 18 de diciembre de 2010 - La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al conmemorar el Día Internacional del Migrante, manifiesta que los gobiernos tienen que abrir los ojos para ver los beneficios que trae consigo la migración y dar a conocer esta visión a la opinión pública amplia.

Con frecuencia, se pone en tela de juicio las contribuciones positivas que hacen los migrantes a la sociedad al tiempo que muchos gobiernos adoptan actitudes poco visionarias de cara a los migrantes, tachándoles de carga para las economías convalecientes o acusándoles de socavar el estado de bienestar social.

Ello no obstante, abundan pruebas de las contribuciones que hacen los migrantes. Un estudio publicado durante este año por el University College London (UCL) demostró que, entre 2008 y 2009, los recién llegados de Europa Oriental pagaron un 37% más en impuestos que las prestaciones y servicios públicos de que se beneficiaron. También, fueron muchos los migrantes que ayudaron a prestar servicios públicos críticos en calidad de médicos, enfermeras o limpiadores en el Servicio Nacional de Salud. Otro reciente estudio puso de relieve las repercusiones empresariales positivas que tienen las comunidades de inmigrantes en la economía británica.

En los Estados Unidos, los americanos se benefician de alrededor de US$ 37.000 millones, resultantes de la participación de los inmigrantes en la economía estadounidense, según señala el Presidente del Consejo de Asesores Económicos.  Uno de cada diez o más empresarios autoempleados en los Estados Unidos es un inmigrante.

En este contexto, el Director General de la OIM señala que: “A pesar de los hechos, pocas cuestiones propician una reacción tan notable como la migración. Desde las salas de los parlamentos, pasando por las calles de la ciudad hasta las deliberaciones en torno a una mesa a la hora de la comida, hay acalorados debates sobre las repercusiones que tienen los migrantes en la identidad, seguridad, empleo, salud y sistemas de bienestar social nacionales —todos estos componentes del tejido social.” Y añade: “Lamentablemente, muchas de estas conversaciones se basan en emociones y mitos y no en la realidad socioeconómica. Ahora y en el futuro, la migración dependerá de las tendencias económicas, sociales y demográficas mundiales que ya no pueden menospreciarse.”

De acuerdo con el reciente Informe sobre las Migraciones en el Mundo, si la migración sigue aumentando al ritmo que lo hiciera durante los últimos 20 años, los migrantes internacionales podrían ascender a 405 millones en 2050.

Una de las razones de este raudo aumento será la disminución de la población en los países del mundo industrializado, que registrará una baja de aproximadamente el 25% hasta 2050. Ello acrecentará considerablemente la demanda de trabajadores migrantes en una época en que la fuerza laboral de los países en desarrollo pasará de los 2.400 millones registrados en 2005 a los 3.600 millones previstos en 2040.

En muchos países, en los ámbitos del saber y la innovación así como de los empleos que los nacionales no puedan o no deseen llevar a cabo, se requerirá trabajadores migrantes de toda la gama de competencias. Ello comprende la atención de la salud, el cuidado de niños y ancianos, los servicios públicos, los servicios industriales así como los empleos en el sector agrícola y de construcción.

El Banco Mundial estima que si los países con poblaciones en declive permitieran que su fuerza laboral aumentase tan sólo en un 3%  -- al autorizar el ingreso de unos 14 millones de trabajadores migrantes adicionales entre 2001 y 2025 -- el mundo registraría mejoras por 356.000 millones de dólares EE.UU. al año, que en su mayoría serían enviados a los países en desarrollo.

Habida cuenta de lo antedicho, el Sr. Swing explica: “Estas cifras no son simples datos económicos, también deben considerarse en el contexto humano. El crecimiento económico equivale al desarrollo humano y social y a la seguridad. En muchas partes del mundo las remesas de los migrantes ya han contribuido a sacar a comunidades de la extrema pobreza, a poner alimentos en la mesa, a conferir a las familias un hogar y a brindar a los niños una educación. Todas estas cosas significan un futuro mejor para ellos y, por consiguiente, para el resto del mundo.”

La migración es un hecho y lo seguirá siendo, por ello, los gobiernos tienen que escoger entre optar por una visión “vanguardista” o “retrógrada” para encauzar la migración.

El escenario de la visión “retrógrada” es el estatus quo basado en estereotipos, temores y políticas expeditas de corta vigencia. Además, se caracteriza por políticas migratorias restrictivas y un diálogo sobre la migración insuficiente, tanto a escala nacional, como a escala regional e internacional.

Al otro extremo del abanico político está la visión “vanguardista” que acrecentaría el reconocimiento de que la migración forma parte integrante de la economía mundial y de que los migrantes son constituyentes vitales para recuperase plenamente de la actual crisis económica. En este contexto, se implementarían políticas para satisfacer las crecientes demandas de mano de obra; proteger los derechos de los migrantes; promover el diálogo regular entre países de origen y de destino; y poner de relieve la contribución económica y social que hacen los migrantes tanto en los países de origen como de acogida.

Para concluir, el Sr. Swing declara: “El reto está en encontrar soluciones humanas y equitativas que reconcilien el deseo de los pueblos de emigrar con la soberanía nacional de los Estados en lo referente a los movimientos de población. La cooperación no sólo es fundamental para velar por que se respeten los derechos de los migrantes, sino también para que los migrantes respeten la cultura y las leyes de los países de acogida.”

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El 4 de diciembre de 2000 la Asamblea General, teniendo en cuenta que existe un importante número de inmigrantes en el mundo, y que ese número continúa incrementándose, proclamó el Día Internacional del Migrante (resolución 55/93). En ese día, en 1990, la Asamblea había adoptado la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares (resolución 45/158).
Los Estados Miembros de la ONU, así como organizaciones intergubernamentales y organizaciones no-gubernamentales, están invitados a observar el Día Internacional del Migrante a través de difusión de información sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales de los migrantes, el intercambio de experiencias y la formulación de medidas para protegerlos.